EXILIO
Hay ausencias que representan un verdadero triunfo.
Julio Cortázar (Rayuela)
Escalón por escalón sabrá la vida que me deparará-gritaba la
voz en mi cabeza que en el pasado me atormentaba en el vientre de mi madre-
bajaba con una angustia preguntándome si el pasado hacia meritos para lo que
estuviera pasando en aquel momento. Nunca imagine sentirme así tan desolado y
triste, a lo lejos veía un par de brujas trepadas al árbol de manzano que en
años anteriores hubiera sido como mi segunda casa, las vi allí arriba riéndose
y escupiendo palabras que yo solo podía ver, solo en ese momento comprendí que
en el pasado esas mismas brujas estuvieron en el manzano claramente no vestidas
de brujas sino de lindas madrastras y tías sustitutas que me encaprichaban con
empanadas, tortas y caramelos por doquier, eran la gente más amorosa y tierna
que existía en el mundo pero en ese entonces no eran solo 2, eran más de 10 y
no solo eran mujeres, veíamos junto con Julio -mi hermano- desfilar a payasos,
borrachos y duendes que nos hacían reír cada noche que pasábamos en el manzano,
pero ese día aquellos payasos , borrachos y duendes estaban en el fondo, con
una expresión seria y callados, como si no supieran lo que estaba pasando
haciéndose los desinteresados como queriendo no mezclarse entre tanta mierda.
Mi familia original nunca fue muy unida, solo los llamaba
una tarde de cada semana para saber cómo estaban y desearles una Feliz Navidad
o un feliz cumpleaños, pocas veces algunos venían a saludar cuando pasaban de
visita de sus viajes transatlánticos que los llevaban al otro lado de la
tierra, aquel lugar que se supone que tenía grandes riquezas de oro (que nos
fue saqueado), por eso en la soledad de aquel entonces creada principalmente
por las largas ausencias de Julio que se iba muchos meses al puerto a trabajar
me fui uniendo cada vez más al manzano y a su gente pero a Julio nunca le gusto
aunque muchas veces lo vi tomándose un Ron con el Payaso mayor en épocas de
festividades, pero su dictamen definitivo fue de desconfianza para estos seres.
Sin embargo yo repetía noches de fiestas con reuniones, comidas y alguna
bailanta arriba del Manzano donde sonaban temas guajiros como Santa Barbará de Celina y Reutilio, yo
me retiraba siempre a las 12 porque mi Kaos me lo ordenaba, me despedía de
todos y bajaba de aquel lugar mágico, nunca me hubiera imaginado que tiempo
después lo vería tan tenebroso con 2 brujas riéndose por lo bajo.
Bajando más y más ya eran 4 escalones los que me faltaban
para llegar al destino, con todo el miedo que tenia resolví mirar al manzano
que cada vez era más negro, ahí las vi posadas como 2 cuervos a las 2 brujas
que en tiempos pasados eran las 2 madrastras mas cariñosas, salude con un gesto
diplomático pero lo único que obtuve fueron 2 caras de desapruebo, ya no veía
más a los duendes, payasos y borrachos que estaban al fondo, todos habían
desaparecido excepto las 2 brujas que seguían en aquel lugar al parecer
esperando algo que querían y no se podían ir del manzano sin antes obtenerlo. Estaba en ese momento pensando en Julio -¿cómo explicarle
que siempre tuvo razón?- Julio es un cascarrabias muy inteligente y siempre
tenía una explicación para todo pero no creía que la tuviera para esto, ¿Sera
que las veo como Brujas por lo que paso hace 2 días o siempre fueron brujas? Y si no fuera así ¿ahora donde estas Julio? pero….
¿Por qué siempre te metes en cosas que te sobrepasan? déjame vivir carajo,
ahora no se si estoy vivo o muerto, solo sé que estoy temblando del miedo y con
eso solo tengo la seguridad de estar vivo pero a la vez muerto… de miedo, y sé
muy bien que no fue culpa suya, el solo me advirtió que detrás de toda esa
familia de payasos, duendes, borrachos y madrastras que se veían tan felices
solo se podía esconder oscuridad y tal
vez tenga la razón pero quizás solo…. Quizás yo quería que esto pasara, quizás
quería ver yo también la cara autentica de las Brujas y como esos payasos
hipócritas se irían cuando las cosas se pudrieran, porque Julio como yo sabemos muy bien que entre
tanto baile y pasó doble a la par de Guillermo Portabeles con su Carretero era mi Kaos quien me impulsaba
a ir al manzano, a mí nunca me gusto el hecho de ir; solo me gustaba estar ahí
en ese momento como a él-Julio- esto
quizá es lo más difícil que le tenga que explicar a mi Kaos a pesar de que este
me haya dado la razón de apartarme del Manzano por lo sucedido aquella tarde
hace 2 días, porque es a él al que le gusta ir y pasar el tiempo con las
Madrastras, es a él al que le gusta el trayecto desde la ciudad hasta el
Manzano , yo solo disfruto verlo feliz a él, a mi Kaos y una de las razones por
la cual disfrutaba verlo ahí era que el
pobre envejeció más rápido que yo a pesar de que somos uno solo y que a través del
tiempo perdió esa felicidad tan característica en él solo devuelta por haber
conocido a las Madrastras o Brujas, diría que es una especia de melancolía
masoquista: por un lado ya que sé que me
ama y soy lo más importante para él pero su vida es amarga solo conmigo, y
después de lo sucedido no puedo ser más el complemento para esa vida completa y
llena de felicidad. Sé que muy pronto después de bajar estos escalones
infernales el vendrá y nos veremos abajo en lo terrenal allí donde nos vimos
por primera vez, me dirá las palabras que quiero escuchar y me prometerá que
nunca más volverá al Manzano porque yo prometí no volver a ir pero todo será en
vano al día siguiente y las promesas se harán aire, al primer mes después de
este día mirare al Manzano y veré a las brujas,
los payasos, borrachos y duendes aparecer siempre al atardecer y ahí
estará mi Kaos siendo feliz pero a la vez incompleto, al igual que yo.
Ya estoy aquí abajo donde siempre nos vemos con él, no le gusta esperarme así que como baje
rápido a esperarlo porque siempre llega unos 5 minutos tarde, Las brujas siguen ahí mismo pero ya se
volvieron más estatuas, ya no hay risa ni gestos en ellas porque al parecer
quedaron petrificadas, a lo lejos se ve la sombra de mi Kaos que viene por el
horizonte como una estrella fugaz acercándose casi llegando a colisionarme, los
5 minutos que hablo con él sucede lo que me esperaba: prometió no volver y
prometió nunca irse, dijo que los Payasos, borrachos y duendes no tenían la
culpa de lo que había pasado mientras yo solo le reclamaba con rabia la traición
por parte de estos, que eran unos giles y que en las malas nunca se dejaron
ver, las Madrastras tuvieron la culpa pero ellos no se dejaron ver después de
los hechos queriendo justificar lo injustificable, queriendo dar una
explicación a la maldad de las madrastras que terminaron siendo Brujas, Lo último que le escuche decir fue que
renunciaba al Manzano por mí.
Ahora sé cómo es eso
de escuchar una mentira para aliviar, porque es mejor para muchos una falsa
trama para mantener el encanto del momento, no nos queremos ir nunca de ese
momento y solo nos quejamos por llegar a él, esa quizás es la diferencia de
porque a mí me gustaba estar en el Manzano y a mi Kaos le apasionaba estar en
el Manzano, a él no le importaba lo que se tardase en llegar o si tenía que
hacer ofrendas que lo superaran para llegar a estar allá arriba.
Me despedí , sabía lo que iba a pasar al día siguiente pero
no era capaz de decirle en la cara que iba a ser un egoísta conmigo o consigo
mismo, mire al cielo y supe que era la hora de ir al puerto a ver a Julio, mi
Kaos se fue en la misma estrella que lo trajo y pude ver como se alejaba en el
cielo, las Brujas se volvieron a mover y ahora hacían gestos groseros, al
parecer solo querían aparentar ser Madrastas bellas en presencia de mi Kaos,
pero no había vuelta atrás para mí porque después de lo que paso hace 2 días yo
ya las veía como lo que son: unas Putas Brujas. Camine del Parque hasta la
estación de trenes donde primero fui a comprar un boleto, iba caminando hasta
que sentí una mano con olor a pólvora y gasolina, me di vuelta y era Julio,
asombrado lo abrace y le di un beso, no tenía la menor idea de que hacia ese
cascarrabias aquí en el pueblo y no en el puerto. A lo lejos vi como una llama
inmensa se alzaba al norte- justo donde estaba aquel hogar de brujas- junto con
fuegos pirotécnicos en el cielo que alternaban entre el azul y el amarillo, vi
2 cabezas con pelo largo volar por los aires mientras me miraban con un gesto
de desesperación mientras a mí se me dibujaba una sonrisa, no sentí pena por mi
Kaos porque sentí que siempre iba a estar conmigo ya no siendo 2 cosas
totalmente opuestas de una misma persona, si no una totalidad.
Tomamos el tren con Julio y me di cuenta que en verdad no
estaba tan solo.
José Alejandro Guzman